Ha llegado el otoño y el kiosko de helados de mi barrio ha cerrado hasta la primavera. Aunque para mí la señal de que se acaba el verano es cuando tengo que guardar las sandalias y las chaquetas de manga corta no me estorban. Aunque eso sí, sea la estación del año que sea, yo no renuncio a vestir muy colorida.
Lo que más simboliza el otoño es la caída de la hoja.
Por eso he estrenado hoy mi chaqueta con canesú calado de hojas.
Se teje de arriba a abajo.
El mismo patrón que una cahqueta de bebé pero con agujas nº 5.
Decidí hacerla así porque el hilo lo compré en rebajas y eran los últimos ovillos que quedaban.
Así que pensé a tejer hasta donde llegue el hilo, sin miedo a tener que desbaratar.