Treinta años después aquí tengo a mi JF posando con una chaqueta inspirada en los suéteres de la nieve que hizo mi madre. Me aproveché de que se acababa de despertar de la siesta porque, con el calor que hacía, ni loco me deja que se la ponga.
Está tejida de una pieza empezando por la espalda. Los botones son de madera y, esta vez, no son reciclados.
El gorro se hace al final recogiendo los puntos del escote. Todo a punto bobo y al final los puntos cosidos con la aguja lanera.
Las costuras de las mangas van hechas de la misma manera. Esta técnica se llama grafting. Gracias a ella no he tenido que hacer unas costuras que habrían quedado horribles debido al grosor de la lana. Las únicas costuras son las de los laterales y las he cosido en plano de manera que apenas se notan.
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